MARTA FERNÁNDEZ VALLEJO. EL CORREO| Última prueba del circuito de la Carrera Familiar 2017, que organiza EL CORREO, y como está previsto, fiesta por todo lo alto en el Puerto Deportivo de Getxo. Cerca de 1.300 participantes no se han perdido la quinta edición de la Carrera Familiar Getxo, que han derrochado ilusión y convirtieron la jornada deportiva en una fiesta. No ha sido una competición, pero sí que se ha dado un gran premio: Este reto solidario, en forma de carrera para todos los públicos, ha logrado recaudar 2.260 euros para una agrupación dedicada a ayudar a niños con déficit de atención e hiperactividad, AHIDA (Asociación TDAH Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad de Bizkaia).
Por ejemplo, «Hacer deporte en familia y contribuir a una buena causa». Es el argumento que le han llevado este domingo a Ane y Marta Hervás, Aitor Eskubi y los pequeños de la familia, Iker y Jon, a calzarse las zapatillas de deporte, ponerse el dorsal y completar la carrera solidaria en el Puerto Deportivo de Getxo.
La lluvia amenazó durante toda la matinal pero no desanimó a las familias, que poco antes de las once inundaron el paseo del Puerto Deportivo con una marea roja. Sólo había que ver los preparativos de la carrera para comprender que era una 'maratón' muy especial: jóvenes parejas con sus bebés en la mochila o en carritos, aitites de la mano de pequeños que apenas caminaban, equipos repletos de hermanos, primos, sobrinos y hasta mascotas. Y todo artilugio era poco para que ningún miembro de la familia se quedara en el camino: abundaron los niños en patinetes y motos de juguete. «Es la segunda carrera familiar que hacemos. En la primera el niño tenía apenas tres meses. Estamos tres generaciones. Hemos venido con mi padre, que es el que nos ha animado y el que nos apunta», explicaba Borja Angiano que participaba con su hermana Cristina y su pequeño Borja en brazos.
Una atractiva carrera de las generaciones con Juegos y sorteos
Hubo una sesión colectiva de calentamiento antes de la salida y estiramientos al acabar. Entre los corredores que preparaban sus músculos para la carrera estaba Isabel Cabello, de 74 años, habitual ya en estas citas deportivas y solidarias. «Me he pasado la vida trabajando y cuando que me jubilé empecé a correr. El deporte es muy bueno, mejor que quedarse en casa sentada», explicaba junto a su hijo Jesús Mari, que se lleva a su madre a todas las carreras.
«Nos gustan estos planes porque permiten hacer ejercicio en familia y, además, contribuimos a un fin solidario. Es nuestra tercera carrera», comentaban los Palomero, de Astrabudua, antes de iniciar un recorrido que completaron empujando el cochecito del pequeño Erik. La salida se dio escalonada para tres categorías: las de grupos de una generación, de dos y de tres. El recorrido de 1,5 kilómetros se podía hacer hasta cinco veces. Hubo camiseta oficial para los corredores, dorsales de diferentes colores según la categoría y hasta avituallamiento. Y como no era una competición reinó la diversión. Los hinchables, la música y el sorteo de regalos completaron la fiesta.
La solidaridad fue la ganadora de esta carrera. El reto benéfico logró recaudar 2.260 euros para la agrupación AHIDA, de Getxo, que atiende a niños con Trastorno por Déficit de Atención (TDH) e Hiperactividad. Su presidenta, Itziar Orive, explicó que este problema afecta a un 5% de los menores y que, eventos como el de ayer, permiten que la sociedad, los colegios y las familias «conozcan» el problema y puedan atender y tratar a los pequeños. «No son niños que molestan en clase porque sí. Tienen una disfunción y con el tratamiento adecuado salen adelante», subrayó.
Fotos: Pedro Urresti (EL CORREO) | Vídeo: Fátima Churruca e Igor Gandiaga (elcorreo.tv).